martes, 20 de mayo de 2008

Noches de soledad -acompañada- III


Hoy he podido llorar
He llorado mis lagrimas enteras.
No tengo nada, he quedado vacía.
-Espera-

Te siento –mas no estás-
Te amo –y ya no más-
Hasta el alma me llora
Porque la muñeca de rosa
Perdió el color
Ha quedado blanquecina
Y su aurora se convirtió en grises.

Hoy solo soy el reflejo de quien soy
Sin refugio, abandonada.
El dolor ha tocado la puerta
Con intención de quedarse.
Bienvenido, le digo.
Y declaro una guerra
He aquí mi canto
Aunque pasen mil dolores he de amarte.

Mis lagrimas, con ilusión escriben tu nombre.

Noches de soledad -acompañada- II


Entre noches de tertulia y días de insomnio
Reuní cada palabra que me hacía pensar en ti.
Recordando cada hora, cada minuto que pasé a tu lado.
-Momentos que no volverán-
Solo para escribirte.
Ayer escuché la canción, esa que me hace pensar en este amor
No se si lo has sentido igual, quizás con otra.
-Conmigo no-
Para mi, amor, es sencillamente, amor.

Amor, es lo inexplicable de verle
Y el alma te grita que lo beses
La conciencia que lo abrases
Y la razón que le hables.

A veces siento que muero de amor
Al no sentir tus labios, tus manos.

Desdichado amor, no sabes cuanto daría
Por tener un solo beso en este momento.
No cualquier beso, pues que sería si fuese de cualquiera
Sino más que un roce de labios y una excursión de bocas.

Creo que me entiendes al decir que no es lo mismo,
Sus besos que los de otro, nunca lo serán.
Mi pasión solo ha despertado por él.
Pasión traidora se ha llevado mi alma.

Tanto amor, tantos sueños, tantas noches,
Alegrías, sueños, caricias.
Hoy has clavado tu puñal en mí.
Y que dolor siente hoy mi corazón al no sentir más tu amor.
Amor de soledad que siempre tendré.
Amor de mentira que yo me creo.
Amor invisible que yo siempre veo.

Hoy siento que te necesito
Mis ojos ya están cansados de llorar
Ven, y enséñame como era, tu amor.

Si por cada día de soledad, el tiempo te lo devuelve en amor
Cree en mí cuando digo que el universo tiene una gran deuda conmigo.
Así como tú, me debes amor.
Tu amor, aunque no lo has dedicado a mi
Lo siento como si cada segundo de mi vida lo hubiese tenido.

Escribo al amor, al incoherente
Escribo al deseo incesante de entregar mi alma entera
Completita y sin reservas.
Escribo para ti, el que amo, el inconstante.
No pierdas el camino.
Espero por ti.
Y me siento enferma de soledad
Acompañada de desilusión.
Príncipe de mi cuento, no tardes.
Hoy quiero amarte.

Noches de soledad -acompañada- I


Ya anunciaste que te vas
Sé que no volverás
Duelen tanto tus palabras
Así como la distancia.

Y he tratado de escribir y solo puedo tu nombre
Tratando de sentir y solo puedo tu amor
¿Amor?
Nunca fue

Juegas tu juego, estoy para ti.
Cuando tú me quieras.
Una idiota enamorada
Fiel amante de tus manos.

Puedo decir te amo –en vano.
Aturde la soledad, tanta gente y tu no estás.
Fuimos sin llegar a compromiso.
Y yo solo quiero amarte.
Saturarte de mis besos, de mis manos
De mis te quiero
Llenarte de mi amor, vaciarte del tuyo.
Crear una deuda eterna de incoherencias, risas y tiempo
Continuas tu camino –´´solo’’-
Amor, no pierdes mi amor.
Solo haces tiempo, mi amor es tuyo, es para ti.
Soy de ti.

domingo, 18 de mayo de 2008

Cartas -la primera vez-


I
Esta es la historia de una muchacha que quería mirar a un muchacho, pero ella todavía no sabia mirar con los ojos sin avergonzarse, y por eso le mando sus letras, para mirarlo con las letras, porque las letras no se sonrojan ni sufren de pena, son ideales para esconder los ojos detrás de ellas (aquí supuestamente el muchacho que lee debe sonreír un poco) entonces cuando el leía la carta de ella, sucedía algo inesperado…
II
Aquella muchacha que no sabía mirar a los ojos del muchacho empezó a creer que era ciega, porque en el fondo no le importaba ver más nada. Y comenzó a caminar con un bastón y un morrocoy amaestrado que le indicaba el camino y comenzó a preguntar el color de las cosas y a tocar el rostro de las personas aquella muchacha que nunca había oído hablar de historias de amor de tanto estar ciega comenzó a entender el lenguaje de los pájaros, se aprendió de memoria los sonidos de la noche y buscó entre las voces de todos los muchachos del mundo la única voz posible, la que le devolvería la vista.
III
La muchacha que le escribía cartas al muchacho se había hecho experta en el oficio de extrañarlo, cuando mas lo extrañaba es cuando lo sentía cerca, a veces jugaba a que adivinaba su manera de dormir, seguramente de lado durmiendo hacia la izquierda, sabía que a veces soñaba en blanco y negro como ella. Sabía también que el era un solitario, es que los solitarios se conocen entre si, son una raza distinta, les gusta la lluvia, las frutas acidas y los perros cuando ladran desde lejos, hay algunos que cuando ríen en la cara se le hacen dos huequitos…

jueves, 1 de mayo de 2008

Mi tiempo, tu.


Sin prisa pero sin tiempo
porque el mañana es incierto.

Hay tiempo para vivir
Hay tiempo para seguir
Hay tiempo para pensar
Hay tiempo para creer
Hay tiempo para amar
Hay tiempo para perder
Hay tiempo para sentir
Hay tiempo para el adios.

Y entre tanto tiempo
yo solo anhelo el tuyo, el mio
Ese tiempo en el que te tengo
mordiendome, besandome, tocandome

No hay mas recuerdos en mi
Solo tuyos
Solo tus ojos moviendose lentamente
Solo tu, mordiendo mi panza
Solo yo, sin poderlo creer -aun-

Hay tiempo para recordar
Y es cuando soy plenamente ganadora
Por tenerte siempre en mi

Tambien hay tiempo de dudas
Tiempo de soledad
Tiempo para extrañarte

Y yo solo pido para vivir mi tiempo
es un nombre, uno que me pidas tu
y me acompañe cuando no estes

Eres mi tiempo
Solo tu marcas el inicio, el final
Usame como manecilla para marcar las horas.