domingo, 18 de mayo de 2008

Cartas -la primera vez-


I
Esta es la historia de una muchacha que quería mirar a un muchacho, pero ella todavía no sabia mirar con los ojos sin avergonzarse, y por eso le mando sus letras, para mirarlo con las letras, porque las letras no se sonrojan ni sufren de pena, son ideales para esconder los ojos detrás de ellas (aquí supuestamente el muchacho que lee debe sonreír un poco) entonces cuando el leía la carta de ella, sucedía algo inesperado…
II
Aquella muchacha que no sabía mirar a los ojos del muchacho empezó a creer que era ciega, porque en el fondo no le importaba ver más nada. Y comenzó a caminar con un bastón y un morrocoy amaestrado que le indicaba el camino y comenzó a preguntar el color de las cosas y a tocar el rostro de las personas aquella muchacha que nunca había oído hablar de historias de amor de tanto estar ciega comenzó a entender el lenguaje de los pájaros, se aprendió de memoria los sonidos de la noche y buscó entre las voces de todos los muchachos del mundo la única voz posible, la que le devolvería la vista.
III
La muchacha que le escribía cartas al muchacho se había hecho experta en el oficio de extrañarlo, cuando mas lo extrañaba es cuando lo sentía cerca, a veces jugaba a que adivinaba su manera de dormir, seguramente de lado durmiendo hacia la izquierda, sabía que a veces soñaba en blanco y negro como ella. Sabía también que el era un solitario, es que los solitarios se conocen entre si, son una raza distinta, les gusta la lluvia, las frutas acidas y los perros cuando ladran desde lejos, hay algunos que cuando ríen en la cara se le hacen dos huequitos…

1 comentario:

Anónimo dijo...

una carta epica.. la primera vez :v